José Daroca Pintor español de alma libre, creador de un naïf intelectualizado con mirada universal
En medio del invierno, descubrí que dentro de mí había un verano invencible.
albert camus.
José Daroca (1932–2013) fue un artista singular, cuya obra navega entre la sencillez de lo cotidiano y la profundidad de lo simbólico. Su pintura, catalogada como un naïf intelectualizado, refleja una visión lírica del mundo, alimentada por su espíritu libre, su amor por la naturaleza y sus múltiples vivencias por Europa. Desde los paisajes valencianos hasta la efervescencia artística de Montmartre, José Daroca trazó un camino único que lo llevó a exponer en galerías de París, Nueva York, Suiza y México, manteniéndose siempre fiel a su identidad mediterránea.
Los inicios de José Daroca: talento innato y espíritu inquieto
Nacido en Xàtiva (Valencia) en 1932, José Daroca creció en el seno de una familia humilde, donde desde pequeño aprendió el valor del trabajo manual y el sentido del detalle. Su padre, carpintero y ebanista, le transmitió la destreza para construir con sus propias manos. Daroca aplicó esta habilidad en su arte: desde los lienzos hasta los bastidores, todo lo elaboraba él mismo.
A los 20 años fundó una empresa de retoque fotográfico junto a un socio. En aquella época, antes del Photoshop, ya realizaban fotomontajes creativos: colocaban los rostros de los novios sobre cuerpos vestidos con los trajes de moda, anticipando así el arte digital con recursos manuales y gran sentido estético.
Desde muy joven mostró una gran conexión con la naturaleza. Practicaba senderismo por las montañas de la Comunidad Valenciana, era montañero federado y recorría en bicicleta los caminos entre Xàtiva y Benidorm con su tienda de campaña y su perra Dalila. El mar, el campo y la libertad marcaron profundamente su imaginario visual.
Europa sobre dos ruedas: el viaje iniciático de un pintor libre
Con una Vespa 125 como compañera de ruta, José Daroca emprendió un viaje por Europa que cambiaría su vida para siempre. Cruzó fronteras, convivió con culturas diversas y, sobre todo, empezó a pintar y vender sus obras para financiar su aventura.
Durante este periodo, ya había sido seleccionado en la Bienal de Barcelona de Arte Moderno con un cuadro hecho en lino y alquitrán, materiales austeros que reflejaban su honestidad estética. Este viaje fue el detonante de su reconocimiento: en el camino, descubrió su verdadero potencial artístico y la aceptación del público internacional.
París: el epicentro de su desarrollo artístico, sin perder sus raíces mediterráneas
Entre la bohemia de Montmartre y la luz de la Costa Blanca
Tras su primera exposición formal, José Daroca se establece en París, donde reside durante más de diez años. Allí instala su estudio y se integra en el efervescente ambiente artístico de Montmartre, en la Place du Tertre, compartiendo espacio con artistas bohemios y vanguardistas. Este entorno lo impulsa hacia nuevas formas de expresión, enriqueciendo su estilo y consolidando su presencia en el circuito internacional.
Sin embargo, nunca pierde el vínculo con Xàtiva y la Costa Blanca. Durante los fríos inviernos parisinos, regresaba a Altea, donde adquirió una vivienda y montó su estudio. Allí, el clima templado y la luz del Mediterráneo alimentaban su creatividad. En primavera volvía a París, y en verano viajaba a Saint-Tropez, en la Costa Azul, donde seguía pintando y respirando el ambiente artístico que compartió con grandes nombres del siglo XX.
“La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando.”
— Pablo Picasso
(quien también pintó en Montmartre y Saint-Tropez, coincidiendo en tiempo y espíritu con José Daroca)
Difusión internacional y reconocimiento artístico
Las obras de José Daroca fueron calurosamente acogidas por crítica y público en múltiples países. Su pintura forma parte de colecciones internacionales de renombre y fue difundida en importantes espacios culturales como:
- Salones Macarrón (Madrid)
- Galería Casa de España (París)
- Galería Greco Art Corporation (San Diego, California)
- Galerie Artesia (Ulmiz, Suiza)
- Emerging Art Gallery (Nueva York)
- Galería Kreisler (Madrid)
- Galerie Arlette Chabaud (París)
- Museo de L’Athenée (Ginebra)
Participó en exposiciones colectivas en Madrid, Barcelona, Valencia y Alicante, y en certámenes internacionales como el Grand Prix de Paris, el Salon des Indépendants (París) y el Salon de la Presse en Francia.
Últimos años: legado, mar y contemplación
Daroca vivió sus últimos años en Altea, “la cuna del arte en España”, rodeado del mar que tanto amaba y del silencio necesario para seguir creando. Hasta su fallecimiento el 3 de agosto de 2013, continuó pintando con la misma curiosidad, sensibilidad y libertad que lo acompañaron desde su juventud.

José Daroca pintor Contemporáneo
Su obra queda como testimonio de una vida vivida intensamente, con los pies descalzos en la tierra y la mirada fija en el horizonte.